La necesidad de soluciones de construcción sostenible en la industria aumenta constantemente. En tiempos de cambio climático y escasez de recursos, es crucial no sólo confiar en tecnologías eficientes, sino también reducir la huella de carbono del propio método de construcción. La construcción modular con el módulo ALMA es una solución prometedora para las plantas de tratamiento de agua y las depuradoras de aguas residuales. Como empresa especializada en la construcción de plantas, nos gustaría destacar las principales ventajas de este método de construcción en comparación con la construcción convencional de naves, sobre todo en lo que respecta al consumo de suelo, el uso de hormigón, el sellado y la reducción de las emisiones de acero y CO₂.
Índice
La comparación: el módulo ALMA frente a la construcción convencional de naves
Un sistema modular típico con unas dimensiones de 3×12 metros ofrece un ejemplo clásico de la comparación entre un método convencional de construcción de naves y el módulo ALMA. En el siguiente análisis, nos fijamos en el ahorro en el consumo de hormigón, el uso de acero y las emisiones de CO₂ generadas por la construcción del propio sistema.
Ahorro en el consumo de hormigón y la huella de carbono
En la construcción convencional de naves, se necesita una gran cantidad de hormigón para levantar la estructura básica. Esto supone una carga considerable para el medio ambiente, ya que la producción de hormigón no sólo consume mucha energía, sino que también libera grandes cantidades de CO₂. Las emisiones de CO₂ en la producción de hormigón se deben principalmente a la reacción química en la producción de cemento, el aglutinante del hormigón.
Un sistema modular de 2×12 metros en construcción convencional requeriría aproximadamente entre 80 y 100 toneladas de hormigón armado. Esto supone unas emisiones de CO₂ de unas 25 toneladas.
Sin embargo, el consumo de hormigón puede reducirse drásticamente utilizando el método de construcción modular ALMA. El uso de cimentaciones modulares y de bandas de cimentación especialmente optimizadas permite ahorrar hasta 90 - 95 toneladas de hormigón armado y, por tanto, 25 toneladas de CO₂. Se trata de una contribución significativa a la reducción de la huella ecológica, especialmente en proyectos industriales a gran escala.
Reducción del uso de acero
El uso del acero tiene otro importante efecto de ahorro. Las estructuras tradicionales de los pabellones suelen basarse en una amplia construcción de acero, que sirve para sostener el techo y estabilizar la instalación. Sin embargo, la producción de acero es también una de las industrias más intensivas en CO₂ del mundo. Dependiendo de los requisitos locales y del diseño de una planta convencional, se utilizan unas 20 toneladas de acero, lo que se asocia a 15 toneladas de emisiones de CO₂.
El método de construcción modular de ALMA permite prescindir de gran parte de este acero, ya que los módulos son autoportantes y están diseñados de tal manera que no requieren grandes vigas de acero. Esto supone un ahorro significativo de 20 toneladas de acero y reduce las emisiones de CO₂ en 15 toneladas.
Foto: Sistema de ósmosis inversa con permeado y ultrafiltración en el módulo ALMA
Emisiones de CO₂ de la tecnología del sistema.
Por supuesto, la propia tecnología del sistema, es decir, las bombas, tuberías, válvulas y otros componentes instalados, también contribuye a la huella de carbono. En un sistema convencional, la tecnología generaría unas 10 toneladas de CO₂.
Gracias a la prefabricación modular de los componentes técnicos del módulo ALMA, también en este caso puede garantizarse un método de construcción más eficiente. Como los módulos se prefabrican en fábrica y solo se montan in situ, no solo se reduce el tiempo de construcción, sino también la huella de carbono causada por el transporte y los trabajos de montaje.
Saldo global y ahorro
Cuando se suman los ahorros anteriores se obtiene una imagen clara. La tecnología de sistemas convencionales en la construcción de una nave estándar tendría una huella total de CO₂ de 60 toneladas de CO₂. En cambio, el módulo ALMA, incluidos los listones de cimentación, solo genera 25 toneladas de CO₂. Esto supone una reducción de CO₂ de más del 50%, un resultado impresionante que demuestra claramente el potencial de la construcción modular.
Tabla: Comparación entre el método estándar de construcción de naves y el método de construcción modular de ALMA
Conclusión: la construcción modular ALMA como solución para edificios industriales sostenibles
El método de construcción modular de ALMA ofrece una serie de ventajas que van mucho más allá del ahorro de CO₂. Además de la importante reducción del consumo de suelo y del uso de materiales de construcción, también ofrece flexibilidad en la planificación, plazos de construcción más cortos y menores costes de explotación. Para las empresas que buscan soluciones sostenibles y preparadas para el futuro para sus instalaciones de producción, el módulo ALMA es una alternativa muy atractiva a la construcción convencional de naves.
Especialmente en el contexto de una normativa medioambiental más estricta y una mayor concienciación sobre la protección del clima, la construcción modular ofrece una ventaja decisiva: combina la eficiencia tecnológica con la responsabilidad ecológica. Con la construcción modular de ALMA, las empresas no solo pueden optimizar sus procesos operativos, sino también contribuir activamente a la protección del medio ambiente.
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