La revisión de la Directiva de la UE sobre aguas residuales urbanas marca un punto de inflexión decisivo en la protección del agua. Con el objetivo de reducir aún más el impacto ambiental de las aguas residuales, la directiva aporta cambios significativos para los agentes municipales e industriales. Esta nueva normativa se enfrenta ahora al reto de ser transpuesta a la legislación nacional en un plazo de 30 meses. El ambicioso calendario exige un rápido desarrollo de estrategias y ajustes, tanto a nivel político como en la práctica.

Principales puntos de la nueva Directiva sobre aguas residuales urbanas

La nueva versión de la Directiva de Aguas Residuales Urbanas de la UE, adoptada el 12 de diciembre de 2024, persigue varios objetivos, entre ellos seguir mejorando el tratamiento de las aguas residuales y utilizar los recursos de forma más eficiente.

Los Estados miembros tienen 30 meses para transponer la directiva a su legislación nacional. Antes de que la nueva directiva pueda adoptarse y publicarse en el Diario Oficial de la UE, el Consejo y el Parlamento aún tienen que adoptar formalmente el acuerdo político. A continuación, deberá incorporarse a la legislación nacional en un plazo de dos años y medio.

Las innovaciones más importantes son

1. límites más estrictos para los nutrientes

Los nuevos límites de emisión de nitrógeno y fósforo pretenden frenar la eutrofización, es decir, el aporte excesivo de nutrientes a las masas de agua. Esta fuente de contaminación provoca el crecimiento masivo de algas, lo que se traduce en deficiencia de oxígeno y pérdida de hábitat en los ecosistemas acuáticos.


¿Qué cambia? Se aplican valores límite más estrictos a las depuradoras con una capacidad superior a 100.000 equivalentes habitante (EH). Los requisitos se introducirán por etapas:

    • Para 2033: el 30 % de las instalaciones deberán cumplir los nuevos límites.
    • Para 2036: el 70 % de los sistemas deben estar convertidos.
    • Para 2039: Implantación completa en todas las plantas afectadas.


Impacto: Los operadores deben invertir en nuevas tecnologías como la desnitrificación optimizada, la recuperación de fósforo y los procesos avanzados de filtración. Estas medidas mejoran la calidad del agua a largo plazo, pero representan un reto financiero.

2. ampliación de la cuarta fase de depuración

La introducción obligatoria de la cuarta etapa de tratamiento es un hito en el tratamiento de aguas residuales. El objetivo es eliminar microcontaminantes como residuos farmacéuticos, pesticidas o microplásticos, que no son captados totalmente por las etapas convencionales de tratamiento biológico o químico.


¿Qué cambia? La directiva exige que las depuradoras con una capacidad igual o superior a 150.000 PE introduzcan gradualmente la cuarta fase de tratamiento:

    • Para 2033: el 20 % de las instalaciones deberán estar equipadas.
    • Para 2039: el 60 % de las plantas.

    • Para 2045: Cobertura total. Además, entrarán en vigorlos principios de "quien contamina paga ", en virtud de los cuales las empresas que pongan en circulación microcontaminantes contribuirán económicamente a su aplicación.

Requisitos tecnológicos:

    • Filtración con carbón activado: adsorción de contaminantes orgánicos.
    • Ozonización: Oxidación de compuestos poco degradables.
    • Proceso de membrana: Desde la filtración más fina hasta la ósmosis inversa.


Impacto: Se mejora notablemente la calidad del agua, sobre todo para los ecosistemas sensibles y la protección del agua potable. Al mismo tiempo, se incurre en costes de inversión considerables, amortiguados en parte por la responsabilidad del fabricante.

3. vigilancia obligatoria de los agentes patógenos

Se está ampliando la vigilancia de las aguas residuales para detectar en una fase temprana patógenos como virus (por ejemplo, SARS-CoV-2), bacterias (por ejemplo, salmonela) o parásitos. Con ello se apoya tanto la vigilancia de la salud pública como la prevención de pandemias.


¿Qué está cambiando? Las plantas de tratamiento de aguas residuales deben tomar muestras periódicamente y analizarlas en busca de patógenos relevantes. La atención se centra en tecnologías como

    • Análisis PCR: identificación precisa de trazas genéticas de agentes patógenos.
    • Pruebas rápidas: para la detección de riesgos sanitarios agudos.


Flexibilidad para los Estados miembros: La Directiva permite a los Estados miembros organizar la aplicación en función de sus prioridades nacionales.


Impacto: Los operadores deben ampliar las capacidades de los laboratorios y proporcionar personal formado. Esto aumenta el esfuerzo técnico, pero refuerza la protección sanitaria y puede servir de sistema de alerta temprana para futuras pandemias.

 4. eficiencia energética y neutralidad climática

El sector de las aguas residuales consume mucha energía. Por ello, la Directiva prevé un aumento gradual de la eficiencia energética y la transición a procesos neutros para el clima de aquí a 2045.


Los requisitos incluyen los siguientes objetivos provisionales:

    • Para 2030: 20 % de neutralidad energética.
    • Para 2035: 40 %.
    • Para 2040: 70 %.
    • Para 2045: 100 % de neutralidad climática.

Enfoques tecnológicos:

      • Generación de energía a partir de lodos de depuradora: digestión anaerobia y producción de biogás.
      • Utilización de energías renovables: fotovoltaica o recuperación del calor de las aguas residuales.
      • Optimización de los procesos existentes: Sistemas de ventilación y tecnologías de bombeo energéticamente eficientes.


Impacto: A largo plazo, estas medidas reducen los costes de funcionamiento y contribuyen significativamente a la protección del clima. A corto plazo, sin embargo, requieren inversiones y cambios considerables en la infraestructura de la planta.

Impacto en la industria y en las plantas de tratamiento de aguas residuales industriales

La nueva directiva tiene consecuencias de gran alcance para las empresas industriales que actúan como vertedores indirectos a través de la red municipal de alcantarillado o como grandes vertedores directos de aguas residuales.

1. vertidos indirectos (empresas industriales)

Requisitos de pretratamiento más estrictos

El cumplimiento de los límites más estrictos de nitrógeno y fósforo exige el uso de tecnologías innovadoras que garanticen una reducción de los contaminantes incluso antes de su vertido a la red municipal.


  • Precipitación química: Proceso que elimina eficazmente el fósforo de las aguas residuales mediante la adición de precipitantes como sales de hierro o aluminio. Este método es especialmente adecuado para industrias con altas concentraciones de fósforo, como las industrias alimentaria y química.

  • Procesos de membrana: los procesos accionados por presión, como la microfiltración y la ultrafiltración, ofrecen una separación precisa de contaminantes y partículas. Los sistemas de membrana permiten una limpieza muy fina y garantizan el cumplimiento de los valores límite.

  • Procesos avanzados de oxidación (AOP): se utilizan tecnologías como la ozonización o la formación de radicales hidroxilos UV para oxidar eficazmente los contaminantes orgánicos y aumentar su biodegradabilidad.
Planta especial de precipitación y floculación con separador de lodos.

Foto: Nuestro sistema de precipitación y floculación LHPS de ALMA BHU para la eliminación de fosfatos

Aumento del canon de saneamiento

Las empresas industriales deben estar preparadas para el hecho de que los costes de inversión para la ampliación de las plantas municipales de tratamiento de aguas residuales para incluir una cuarta etapa de tratamiento se cubrirán proporcionalmente con el aumento de las tasas. Esto afecta especialmente a las empresas con un gran volumen de aguas residuales. Para minimizar los costes, las soluciones internas, como los sistemas internos de pretratamiento, pueden ser una opción.

Obligaciones de control e información

Las nuevas obligaciones incluyen análisis e informes detallados sobre los vertidos de aguas residuales:


  • Sustancias traza: Las empresas deben aportar pruebas de la medida en que contaminantes como residuos farmacéuticos, pesticidas o microplásticos entran en la red municipal.

  • Patógenos: para minimizar los riesgos para la salud, es necesario realizar un seguimiento microbiológico periódico y presentar informes al respecto.
2. operadores de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales y grandes vertedores directos

Inversiones en nuevas tecnologías

Los grandes vertederos directos deben llevar a cabo una amplia modernización de sus plantas de tratamiento de aguas residuales:


  • Cuarta etapa de depuración: La utilización de esta etapa de depuración es esencial para eliminar los microcontaminantes. Tecnologías como la filtración con carbón activo o los procesos de oxidación avanzada (por ejemplo, la ozonización) son componentes clave en este caso.

  • Procesos biológicos avanzados: Estos procesos mejoran los índices de degradación de los contaminantes orgánicos y reducen significativamente la contaminación residual.

Requisitos de sostenibilidad

La directiva de la UE exige la integración de procesos eficientes desde el punto de vista energético y neutros desde el punto de vista climático:


  • Plantas de biogás: el tratamiento anaeróbico de los lodos de depuradora produce biogás que puede utilizarse para las propias necesidades de la empresa. Esto reduce el consumo de energía y disminuye al mismo tiempo las emisiones de CO₂.

  • Energías renovables: El uso de sistemas fotovoltaicos o de recuperación del calor de las aguas residuales es un elemento importante para alcanzar los objetivos climáticos.

Planificación a largo plazo

Las empresas industriales deben adaptar estratégicamente sus plantas de tratamiento de aguas residuales para cumplir los requisitos futuros:


  • Digitalización y automatización: los sistemas de control y sensores inteligentes permiten optimizar la supervisión y el control del tratamiento de las aguas residuales.

  • Flexibilidad mediante tecnologías escalables: los conceptos de sistemas modulares permiten adaptarse a necesidades crecientes sin nuevas inversiones fundamentales.
Producción de biogás en el procesamiento de verduras con el GMR ALMA BHU

Críticas a la nueva directiva

La nueva versión de la Directiva sobre aguas residuales urbanas ha suscitado reacciones encontradas. Mientras que los objetivos cuentan con un amplio apoyo, los requisitos de aplicación son objeto de un controvertido debate. La Asociación Alemana de Aguas, Aguas Residuales y Residuos (DWA) aboga por una planificación realista y práctica.

subraya la Dra. Lisa Broß, portavoz de la Junta Ejecutiva Federal de DWA:

"Lo importante ahora es una aplicación nacional pragmática y con sentido de la proporción. El sector necesita planificación y seguridad jurídica. Hay que evitar a toda costa el endurecimiento nacional y acabar con el enfoque especial de Alemania en el control de los valores de vertido de fósforo y nitrógeno."

Para leer el comunicado de prensa completo de DWA: Leer el artículo

Las críticas a la nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas se centran sobre todo en los problemas prácticos que plantea su aplicación. Las principales preocupaciones se refieren tanto a los aspectos financieros y técnicos como a los ambiciosos objetivos de neutralidad climática. Los siguientes puntos ilustran en detalle los principales retos:

Elevados costes de inversión

Se calcula que la aplicación de la directiva costará hasta 230.000 millones de euros en toda Europa. Sólo en Alemania se calcula que costará decenas de miles de millones de euros. Estas inversiones se refieren tanto a la ampliación de las depuradoras existentes como a la introducción de nuevas tecnologías, como la cuarta etapa de tratamiento.

Carga para las pequeñas y medianas empresas (PYME)

Las pequeñas y medianas empresas (PYME) se enfrentan a retos considerables. Tienen que modernizar o adaptar sus sistemas de tratamiento de aguas residuales, lo que supone una carga financiera que muchas empresas tienen dificultades para soportar sin ayuda.

Retos técnicos

La introducción de tecnologías modernas, como la cuarta fase de tratamiento, plantea cuestiones de escalabilidad, viabilidad y eficacia, especialmente en el caso de las depuradoras pequeñas. Aquí se requieren innovaciones técnicas y soluciones a medida.

Los objetivos energéticos como reto

La exigencia de neutralidad climática para 2045 es ambiciosa, pero plantea grandes exigencias al sector. Sin financiación suficiente, estos objetivos pueden ser difíciles de alcanzar, especialmente para los operadores más pequeños.

Cuestiones pendientes y retos futuros

Financiación y promoción

La cuestión de contar con suficientes programas de financiación a nivel nacional y de la UE es fundamental. Sin opciones claras de financiación, muchos municipios y empresas no podrán aplicar los requisitos.

Realización tecnológica

La normalización de la cuarta fase de depuración y de otras medidas sigue siendo un punto crítico. Deben crearse especificaciones normalizadas en toda Europa para simplificar su aplicación.

Seguimiento e informes

Los requisitos de control de patógenos y sustancias traza plantean grandes exigencias técnicas y organizativas. Urge aclarar los requisitos prácticos de aplicación y notificación.

Efectos sobre la competencia y la economía

Las cargas financieras podrían situar a las empresas europeas en desventaja en la competencia internacional. Al mismo tiempo, la directiva ofrece posibilidades de innovación y nuevos mercados en el ámbito de las tecnologías del agua.

Conclusión

La nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas de la UE trae consigo cambios significativos que pretenden mejorar la protección del agua a largo plazo. Al mismo tiempo, los estrictos requisitos plantean grandes retos tanto a las autoridades locales como a la industria. La planificación temprana, la inversión en tecnologías innovadoras y la estrecha cooperación entre la política, la industria y la ciencia son cruciales para aplicar con éxito los objetivos de la Directiva.