Definición y principios químicos

El carbonato de hidrógeno (HCO₃-), también conocido como bicarbonato, es el anión de la base conjugada del ácido carbónico (H₂CO₃). Se forma en soluciones acuosas por la reacción del dióxido de carbono (CO₂) con el agua (H₂O), lo que da lugar a ácido carbónico que se disocia parcialmente para formar carbonato de hidrógeno. Químicamente, es un importante componente tampón que amortigua las fluctuaciones del pH en los sistemas acuosos.

Importancia en la química del agua

El carbonato de hidrógeno desempeña un papel decisivo en los ciclos naturales e industriales del agua. Es un componente esencial de la alcalinidad, que describe la capacidad amortiguadora de un sistema hídrico. Esta capacidad amortiguadora influye en la estabilidad del valor del pH, lo que es especialmente importante en el tratamiento del agua y en los procesos biológicos.

Aplicaciones en el tratamiento de aguas industriales

  1. Tratamiento del agua de caldera
    En los circuitos de calderas, el carbonato de hidrógeno suele considerarse un componente de la química del agua de alimentación, ya que puede dar lugar a carbonato (CO₃²-) y, en última instancia, a incrustaciones cuando se calienta. Para evitarlo, se utilizan procesos químicos de ablandamiento o descarbonatación.

  2. Tratamiento del agua de refrigeración
    El carbonato de hidrógeno puede ser a la vez beneficioso y problemático en los sistemas de agua de refrigeración. Ayuda a amortiguar el valor del pH, lo que favorece la estabilidad del agua y minimiza el riesgo de corrosión. Sin embargo, una concentración elevada de carbonato de hidrógeno puede provocar la formación de carbonato cálcico, que se deposita en forma de incrustaciones en los intercambiadores de calor y las tuberías. Estos depósitos reducen la eficacia de la transferencia de calor y aumentan los costes de mantenimiento.

  3. Tratamiento de aguas residuales
    En la tecnología de aguas residuales, el carbonato de hidrógeno ayuda a neutralizar las aguas residuales ácidas. Mediante una dosificación selectiva, puede estabilizar el valor del pH en procesos biológicos y químicos.

  4. Tratamiento de aguas fluviales
    En las plantas de tratamiento de aguas fluviales, que a menudo suministran grandes cantidades de agua para procesos industriales, el alto contenido de carbonato de hidrógeno puede ser problemático. Los depósitos reducen la eficacia de los intercambiadores de calor y los sistemas de filtración. Para minimizar estos riesgos se utilizan sistemas de ablandamiento, procesos de precipitación y floculación o la dosificación de antiincrustantes. Además, los intercambiadores de iones permiten la eliminación selectiva de los formadores de dureza.

Sistema de ósmosis inversa con ablandamiento y ultrafiltración como pretratamiento

Foto: Nuestro sistema de ósmosis inversa ALMA OSMO con sistema de ablandamiento para proteger las membranas de la incrustación.

Conclusión

El carbonato de hidrógeno desempeña un papel fundamental en diversos procesos industriales de tratamiento del agua. Su efecto tampón estabiliza el valor del pH y protege contra la corrosión. Al mismo tiempo, su alto contenido plantea problemas, ya que favorece la formación de depósitos calcáreos. Las técnicas de tratamiento específicas, como el ablandamiento, la precipitación o la dosificación de antiincrustantes, pueden controlar eficazmente estos problemas. Optimizar el contenido de carbonato de hidrógeno contribuye significativamente a la eficacia y longevidad de los sistemas y es un factor decisivo para adaptarlos a los requisitos industriales específicos.

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